Esta semana en el día del exportador, el Presidente de la República, Luis Lacalle Pou se dirigió a los 300 invitados por la Unión de Exportadores, con un discurso muy elocuente e inteligente, como suele hacer.
El Presidente comienza y termina su discurso con el mismo mensaje y convocatoria a los grupos de presión a que generen las tensiones constructivas para avanzar. Dice Lacalle Pou en el comienzo del discurso: “Celebro la existencia de los grupos de presión que nos obligan a los gobernantes a mejorar y a hacer las cosas lo más eficaz y eficientemente posible”, y refuerza la idea diciendo que “es vital ese ejercicio”. y al finalizar su intervención vuelve sobre el punto. Plantea lo difícil que resulta ser justo en la toma de decisiones y que para ser justo es muy importante recibir presiones: “estoy invitando a que avancen sobre el gobierno, que critiquen al gobierno , que le propongan al gobierno. Nosotros con nuestro gran equipo mediante y con la buena inspiración que tiene vamos a tratar de seguir siendo justos.”
Este mensaje es inteligente porque involucra a todos en el avance y la resolución de las lógicas tensiones que recibe un gobernante para la toma de decisiones. El Presidente sabe que la última palabra para la toma de decisiones en los temas de gobierno la tendrán los gobernantes, pero invita, convoca y promueve a que todos participen. Y se lo dice a decenas de empresarios representativos de las principales actividades económicas del país.
También es inclusivo cuando aborda el tema central de la agenda por estos días como es el TLC con China, aprovechando la presencia en el evento del presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira y del intendente de Canelones, Yamandú Orsi, a quienes se dirige directamente presionándolos él en este caso, a que sean coherentes con lo dicho en 2016 sobre el tema, incluyendo también y haciéndola presente a pesar de su ausencia, a la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, reclamando también esa coherencia. El Presidente vuelve a ser inclusivo al mencionar en su discurso a los tres referentes de la oposición.
Es inclusivo también cuando muestra empatía con dos de los sectores exportadores más golpeados en este momento por conflictos con sus respectivos sindicatos, como son el sector lácteo y el sector de la pesca. Muestra que sabe de las dificultades, que está atento y preocupado con esas situaciones. Es un guiño a ambos mostrando que cuentan con su apoyo.
Y es inclusivo también cuando a lo largo de su discurso, una y otra vez, muestra y destaca a su equipo. Integra en sus palabras a varios jerarcas del gobierno, mencionándolos por sus nombres de pila o apodos y dirigiéndose a ellos directamente con su mirada ya que estaban presentes en el evento, a Juan Curbelo, presidente de ANP, a “Lito” Alfie, Director de la OPP, a Pablo Mieres, Ministro de Trabajo. Y mediante anécdotas concretas como “hoy temprano estaba viendo un mensaje que me mandó el subsecretario de Transporte…”. De este modo refuerza su imagen como la de un líder conectado con su equipo, informado, involucrado en todos los temas de gobierno, hasta en los menores detalles.
Y para completar el análisis, esta “inclusividad” en las formas de su discurso, se hace explícita también en el contenido, cuando el presidente introduce y le dedica unos minutos al concepto de “índice de riqueza inclusiva”, desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en colaboración con la universidad japonesa de Kyushu, y que busca ampliar los conceptos exclusivamente económicos de la riqueza de los países (el clásico PBI), incorporando el el capital humano , el capital social , el capital público y el capital natural o ambiental.
Introducir estos conceptos frente a una audiencia de empresarios es marcar agenda, es impulsar una forma de hacer negocios y una cultura país. Es jugarse por un estilo, por un camino que nos diferencia como país. Esto quiere decir que no alcanza con hacer buenos negocios, con conseguir mercados y tener productos de calidad. El Presidente está diciendo que también importa el cómo se produce. El Presidente marca la cancha a los empresarios sobre el modo de hacer que es relevante para este gobierno.
El discurso tiene entonces esa misma riqueza inclusiva en todo su desarrollo. Una convocatoria a estar cerca, visibles y a presionar al gobierno. Y de esto se desprende un gran desafío implícito en las palabras del Presidente, las empresas no deben ser invisibles. Podemos (y deberíamos) estar orgullosos de la actividad empresarial que se desarrolla en nuestro país. Contamos con numerosos casos de empresas y empresarios que han elegido a nuestro país para vivir y para instalar operaciones que trascienden su operativa local.
El discurso inclusivo del Presidente debe llevar a los empresarios a aceptar esa convocatoria, a opinar, a aportar constructivamente, a integrar la comunicación y el relacionamiento institucional como una dimensión clave de la gestión empresarial.