La pandemia está marcando un hito en la historia de la humanidad y del mismo modo lo hace en la vida de cada persona. Ha supuesto la incorporación de nuevos hábitos de convivencia doméstica, laboral y ciudadana. Nos ha enfrentado con dimensiones de nuestra psiquis que la inercia de la “vieja normalidad” había aprendido a ocultar o a procesar de un modo que ya no funciona.
El aislamiento o la reducción de los encuentros presenciales y de la interacción social, la permanencia en el hogar por largos períodos, la mediatización de las relaciones a través de las pantallas, el incremento del consumo de noticias que en general son malas, el miedo instalado en la cotidianeidad, el incremento de la atención individual y colectiva a los temas relacionados a la salud, la obsesión por estirar la vida a cualquier costo como si la muerte fuera evitable y aún en condiciones en las que la vida ya no es digna, son algunos de los síntomas de esta nueva normalidad.
Aún siendo parte y conviviendo con muchos de esos síntomas, la pandemia me permitió valorar mucho más la vida, la familia, los amigos, el trabajo y disfrutar más de pequeñas cosas cotidianas como cuidar y regar el jardín, cocinar y agasajar a familia y amigos, o disfrutar de jugar con (como) un niño. También me motivó a revisar asuntos pendientes y largamente pospuestos, a ser más tolerante con algunas cosas y menos con otras, me permitió reencontrarme con mi esencia y sacar de mi vida a personas y situaciones que me resultaban tóxicas.
En lo laboral la crisis fue una gran oportunidad. Me permitió desprenderme de algunos apegos que lejos de aportarme ya me restaban mucho. Me permitió capitalizar experiencias, relaciones, conocimientos, formas de ser y de hacer que han sido a lo largo de los años los pilares de mi identidad como persona y como profesional.
Cuando todavía no hace un año de la creación de BUTLER Posicionamiento & Comunicación, estoy muy agradecido a quienes confiaron en mí, clientes, proveedores, periodistas, medios de comunicación, amigos, y a mi familia. Todos los días busco corresponder esa confianza trabajando y disfrutando de hacerlo, seguro de que cuando uno disfruta de lo que hace, lo hace mejor.
La comunicación corporativa enfrenta nuevos desafíos y requiere más que nunca de un equilibrio justo entre la racionalidad que hace viable los negocios y la sensibilidad social que también los hace sustentables. Hoy los consumidores no solo deben ser considerados como tales sino que son personas con familias, con miedos, con preocupaciones, y también con afectos, motivaciones, proyectos, expectativas, exigencias, capacidades, habilidades, conocimientos. Conocerlos, entenderlos y considerarlos es el camino para que las organizaciones se comuniquen mejor y logren sus objetivos.
Todo esto requiere un trabajo rápido y eficaz pero al mismo tiempo, de revisión profunda, de análisis paciente y cuidadoso. Requiere estar dispuesto a utilizar manuales y viejos aprendizajes pero también a cuestionarlos y a diseñarlos de nuevo. Precisa de un trabajo personalizado, a medida, con una mirada de cada caso en particular y al mismo tiempo requiere estar conectado y aprender de lo que pasa en el mundo y de los aprendizajes ajenos.
En eso estamos. Trabajando a pequeña escala, en forma personalizada con cada cliente. Con una mirada integral de la comunicación y los negocios. Considerando a todos los stakeholders y revisando las relaciones con cada uno de ellos. Definiendo nuevos caminos en nuevos mapas, relativos a nuevos territorios.
Estamos también más conectados con el mundo. Acabamos de concretar nuestra integración a PROI Worldwide, la mayor y más antigua red internacional de Agencias de Comunicación y Relaciones Públicas. Lo hicimos para potenciar nuestra capacidad con la de colegas de todo el mundo con quienes compartimos la ambición de ayudar a nuestros clientes a comunicarse mejor y así aportar a un mundo mejor, más sustentable y con mejor calidad de vida. En PROI Worldwide somos más de 80 agencias en 50 países, más de 100 ciudades en los 5 continentes, con experiencia en los más diversos sectores de actividad, en contextos y culturas cuya diversidad nos enriquece a través de encuentros periódicos en los que colaboramos y compartimos aprendizajes, potenciando las capacidades de cada miembro de la red.
Gracias por acompañarnos en este camino.